El uso de EMDR en adicciones
No sólo numerosos estudios científicos, sino que nuestra propia experiencia en la práctica clínica, han demostrado que EMDR actúa como un motor potente acelerando el cambio y acortando el tiempo del tratamiento para superar una adicción.
La utilización de EMDR es eficaz en el tratamiento de: -
- Adicción a la nicotina (EMDR para dejar de fumar)
- Adicción a la marihuana
- Adicción al alcohol
- Adicción a la comida (adicción a los dulces, adicción a los carbohidratos)
En líneas generales su uso como técnica dentro de una terapia es muy eficaz para reducir o eliminar las conductas compulsivas.
Cómo actúa EMDR en el tratamiento para adicciones
La utilización de EMDR para el tratamiento de adicciones actúa dirigiendo a la persona hacia un resultado positivo, alcanzable y atractivo. Se focaliza en la desensibilización progresiva de cada uno de los factores desencadenantes de la conducta adictiva. Esto conlleva, no sólo la reducción de la conducta problemática, sino que al mismo tiempo se produce una importante aumento de la autoestima y la eliminación de creencias limitadoras bloqueantes del cambio (por ej: “no voy a ser capaz”)
El resultado del uso de EMDR es una sensación de mayor capacidad y fuerza, que retroalimenta positivamente el tratamiento y que acelera el proceso de salida de la adicción.
Se considera adicta a una persona dependiente de una sustancia o conducta autodestructiva, habito que intenta dejar y no puede. El hábito de fumar o cualquier otra adicción es una conducta aprendida y se mantiene porque está asociada a muchas experiencias y sensaciones extremadamente agradables, de modo diferente para cada persona. La mayoría de las personas se inician en alguna adicción a edades muy tempranas o en ambientes de ocio y entretenimiento o por influencia de personas y entornos cercanos y de su confianza. Todo esto queda automáticamente grabado en la mente. Ese recuerdo y las sensaciones satisfactorias inherentes, es lo que se reproduce cuando la persona vuelve a repetir esa conducta inapropiada. Trabajar con EMDR permite acceder a esos canales de información o memoria que la persona gracias a su adicción esconde o camufla con falsas sensaciones de bienestar, calma, autosuficiencia y libertad.
La meta del tratamiento EMDR es desconectar los factores desencadenantes de la experiencia adictiva original. EMDR conduce al paciente a una nueva respuesta voluntaria, consistente en una nueva conducta saludable. Por tanto, al terminar el tratamiento abandona su adicción y es consciente de que la droga ya no es necesaria en su vida y esto no le produce ninguna angustia, sino más bien todo lo contrario, se siente liberado.
Debido a que cada persona es diferente, para optimizar su eficacia y rapidez, el tratamiento es totalmente individualizado, al mismo tiempo ofrece a la persona recursos en su vida diaria para poder superar el hábito.
En PSICOTRAUMA CENTER estamos especializados en terapia EMDR y tenemos experiencias de éxito en el uso de este método en el tratamiento de conductas compulsivas y adicciones.
